Este maravilloso apartamento en el último piso en Gotemburgo atrae no solo por sus hermosos techos inclinados, sino también por la abundancia de ventanas en todo el perímetro del espacio. Gracias a esto, todas las casas están bañadas por la suave luz del día. La decoración de las habitaciones es sencilla, pero todo está en el centro: una galería de fotografías enmarcadas en una de las paredes, papel tapiz floral en el dormitorio, colores blanco y gris. Gran interior sin lujos!