Esta bonita casa se encuentra en el centro de Lisboa y es propiedad de la diseñadora de interiores Ligia Casanova. El interior se construyó originalmente en torno a un contraste de colores blanco y arena, proporcionando una atmósfera fresca y luminosa. Pero después de unos años, el diseñador decidió cambiar el color de los muebles y el piso a gris claro, y pintar algunas paredes en un color oscuro para contrastar. Quería actualizar el interior, manteniendo el aspecto antiguo, pero fresco y armonioso, esta era una tarea muy importante. El color gris definitivamente aporta una sensación de comodidad y serenidad.!