Cuando una pareja de Inglaterra vio por primera vez esta casa hace 13 años, era sorprendentemente diferente de lo que es ahora. Su fachada era marrón y el jardín estaba desesperadamente abandonado. Ahora la casa tiene un aspecto poco convencional para Suecia (por cierto, se encuentra a 40 minutos de Estocolmo). Su color blanco se integra a la perfección con el paisaje local. En general, esta casa y su territorio han combinado todo lo que uno solo puede soñar: una terraza, una veranda, un estanque, un muelle de madera y un paisaje deslumbrante..
Foto: Martin Cederblad