Los muros de piedra de esta masía del siglo XIX son típicos de la arquitectura de las Islas Baleares y se integran a la perfección con el paisaje mediterráneo. En el interior, los espacios están asociados con la naturaleza, decorados con objetos antiguos y más modernos, y reflejan el estilo de vida del propietario. En general, el interior es muy tranquilo y casi monocromático, pero los muchos acentos de colores brillantes en la decoración lo hacen interesante y armonioso..